Cuando antes hacías un viaje a una ciudad desconocida estaba el encanto de la aventura. Llegar a la estación de tren/autobús (no uso coche), rezar porque estuviera dentro de la ciudad (hay sitios donde la estación de tren/autobús queda en las afueras), ver si había o no taxi, cogerlo sin tener ni idea de si el hotel está cerca o lejos, buscar cafeterías, buscar cajeros automáticos para las perras, etc, etc, etc.
Pero todo ese encanto se ha perdido y ahora tenemos el encanto de no perdernos. Tengo planeado un pequeño viaje este verano y con google maps y google street ya está todo "atado". Veo los alrededores de la estación de autobuses, con google street, dando un rodeo alrededor veo la parada de taxis, si tiene taxis o es una parada "fantasma", veo dónde está el hotel y qué pinta tiene desde la calle y las calles de alrededor (si tienen mucho tráfico, mucha gente, etc), el cajero más próximo de mi banco, etc, etc, …
Vaya, que ya casi no merece la pena ir 😉
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